domingo, 1 de noviembre de 2009

¿Milagro en Lerma?

A propósito de un artículo que hoy publica "El País Semanal" (aseguro que leo otras publicaciones, desde un lado al otro, y que es coincidencia que las dos últimas entradas beban en la misma fuente), llamado "El milagro de Sor Verónica", que trata del auge que ha experimentado el convento de clarisas de Lerma (de la Orden a la que las novias tienen que llevar una docena de huevos para que no llueva el día de su boda), y que puede leerse en el siguiente enlace 
http://www.elpais.com/articulo/portada/milagro/sor/Veronica/elpepusoceps/20091101elpepspor_7/Tes

Personalmente tengo otra visión distinta de la ayuda y auxilio al necesitado. Es la acción directa, que no importa que esté amparada bajo una ideología o religión si respeta a la persona y no busca proselitismo. Lo realmente duro es eso, que también garantiza dormir en tabla o suelo duro, comer lo que haya o lo que se pueda, doblar la espalda para cuidar al enfermo o para cerrarle los ojos, y no sentir mas desesperación que la que nace de la solidaridad y de la hermandad de hombres y mujeres. Claro, alguien dirá que esta visión es "buenismo", y que la de Sor Verónica es fruto del Espiritu Santo. Yo siempre me he preguntado, y no preciso de mas repuesta que su ejemplo de vida y obra, porqué Vicente Ferrer no continuó en la Iglesia oficial. No vale que lo hizo para casarse, para tenger hijos carnales, o bienes terrenales. Al final todo consiste en canalizar el espíritu humano, y hay que se lo lleva a su abrevadero, y otros riegan los campos con él. Y el milagro de Lerma se parece en demasía a otros milagros que jalonan la historia de la Iglesia. Creo que es marketing dentro de una gran empresa con grandes posiblidades de desarrollo profesional. Como en cualquier empresa que vive de la venta de sus productos, tangibles o intangibles, que las hay.

Para otra visión del tema, nada coincidente con la mía, aunque perfectamente complementaria, pueden pasar por el siguiente enlace http://elatril.dominicos.org/ Al final sólo se requiere respeto.