jueves, 8 de septiembre de 2022

Más de cinco años

Hace más de cinco años que no pasaba por el blog. No digo que no escribiese, sino que ni cargaba la página; poco importa. 
Constituye lugar común la afirmación de que el mundo ha cambiado dramáticamente; sólo ha cambiado, posiblemente a peor con nuestra perspectiva, pero tampoco me atrevería a afirmarlo. En cinco años puede pasar de todo, y si esperábamos la llegada de la utopía a diario más bien nos topamos con la distopía: pandemia, guerra, crisis energética y ¿climática?, y más cosas y amigos y amigas que han pasado, como dicen los anglosajones.
Creo que sólo hemos involucionado y deberíamos tener algo de memoria para reconocerlo; los felices años 20 del anterior siglo vinieron dados por el despilfarro de los restos del modo de vida anterior a la Gran Guerra, y algo así hemos visto ahora, e incluso de manera más inmediata como este último verano de placeres que tiene todo el aspecto de ser el último verano de un modo de vida. Hemos dilapidado lo que nos restaba en los bolsillos y no queda nada.
Iremos confirmando o corrigiendo la percepción.