martes, 18 de octubre de 2011

Ayer, en San Sebastián

Podemos seguir invocando el Estado de Derecho y que es mentira que haya habido una guerra. Podemos seguir engañándonos. La guerra declarada unilateralmente por un grupúsculo de hijos de la burguesía nacionalista vasca contra el Estado Español la han ganado. Despertaron simpatías dentro y fuera, se dejaron usar por los tontos útiles, consiguieron el apoyo de la Iglesia del País Vasco, y hasta se les amnistió. Hoy podemos llamar como queramos a quienen ayer estuvieron en San Sebastián, pero lo que han hecho es legitimar a los independentistas vascos, sino a cuento de qué la referencia a Francia (sirva como simple ejemplo). Me duele que el botín que han conseguido haya sido la dignidad del pueblo español, primero secuestrada, luego puesta precio y al final asesinada. Mientras tanto las víctimas directas que enumeras han sido simples ejercicios de distracción y de postrera pérdida de memoria. Es doloroso que siendo justa la reivindicación de la Memoria Histórica de la Guerra Civil, sea tan injusto el olvido de todos y todas cada uno y una de los asesinados y asesinadas por ETA. Y que todo ello haya ocurrido bajo un mismo Gobierno que se proclama de izquierdas y de reconciliación hace aún mas inconcebible el disparate en el que hemos terminado. Porque no se trata de negociar o no negociar, sino de pura y simple indignidad.

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