martes, 4 de octubre de 2022

En la partida de un perro verde y por quienes ya se fueron

Juan Ramón Jiménez El viaje definitivo

 … Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará nostáljico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar,
sin árbol verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando. 

Tomado de «Corazón en el viento», en Poemas agrestes, 1910-1911.
Publicación del Instituto Cervantes en https://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/jrj/antologia/antologia07.htm

jueves, 8 de septiembre de 2022

Más de cinco años

Hace más de cinco años que no pasaba por el blog. No digo que no escribiese, sino que ni cargaba la página; poco importa. 
Constituye lugar común la afirmación de que el mundo ha cambiado dramáticamente; sólo ha cambiado, posiblemente a peor con nuestra perspectiva, pero tampoco me atrevería a afirmarlo. En cinco años puede pasar de todo, y si esperábamos la llegada de la utopía a diario más bien nos topamos con la distopía: pandemia, guerra, crisis energética y ¿climática?, y más cosas y amigos y amigas que han pasado, como dicen los anglosajones.
Creo que sólo hemos involucionado y deberíamos tener algo de memoria para reconocerlo; los felices años 20 del anterior siglo vinieron dados por el despilfarro de los restos del modo de vida anterior a la Gran Guerra, y algo así hemos visto ahora, e incluso de manera más inmediata como este último verano de placeres que tiene todo el aspecto de ser el último verano de un modo de vida. Hemos dilapidado lo que nos restaba en los bolsillos y no queda nada.
Iremos confirmando o corrigiendo la percepción.

lunes, 24 de julio de 2017

Cuatro años

Casi cuatro años llevaba sin abrir el blog. Mi colega desistió de la labor de continuarlo. No tenía ni tiempo ni tampoco ganas.

Acaricio la idea de volver a publicar. Creo que algo debo hacer, que algo debo a quienes me enseñaron responsabilidad ciudadana, aunque probablemente ellos no lo supieran, porque transmitían mucho más con su ejemplo que con sus palabras. Desde Agustín Sánchez de la Nieta a Vicente Cacho Viu. Uno sacerdote, el otro historiador. Ambos maltratados, incluso por mí aunque mis heridas no creo que llegasen a necesitar de una tirita. Tan intrascendente.

Si vuelvo a publicar es para sentirme bien conmigo mismo. Puro egocentrismo masturbatorio, pero tengo que sacar los demonios que me habitan desde hace tanto. Demonios que me dicen que no pertenezco a aquéllos que dejaran un mundo mejor a sus hijos, y hasta a nietos si alguna vez llegasen. Miro las antiguas entradas y veo cómo los temas siguen siendo los mismos, idénticos. Cómo, por inútiles, los antiguos comentarios podrían ser repetidos hoy como producto nuevo. Cómo todo es inane, cómo puedo dar voces en el desierto, que nadie va a escucharlas.

En fin, que como sé que ésto sólo lo voy a leer yo, creo que escribiré lo que mejor me parezca. En eso alabo a un funcionario conocido mío que tiene un videoblog que siguen sus compañeros/as de trabajo sólo para cachondearse. El caso es que a él le sirve para cauterizar los accesos de violencia que sufriría si a cada uno le dijera lo que merece, siempre según el legal saber y entender, que hoy cualquier ramo de palabras entrecruzadas puede constituir delito.

Hasta mas ver.

martes, 17 de septiembre de 2013

Pueblo catalán


Como hubiera dicho mi difunta abuela, por aquí hay mucho censo. El logro de la Constitución de 1978 fue que dejamos de ser súbditos y pasamos a ser ciudadanos, de meros sujetos pasivos de los titulares de los poderes públicos, a titulares de los poderes públicos. Sólo con esa perspectiva se entiende el concepto de “pueblo español”, que incluye a todos los que tienen nacionalidad española, tengan la procedencia u origen que tengan, incluso si residen fuera del territorio del estado español. Esa Constitución fue aprobada por súbditos que pasaron a ser ciudadanos, siendo indiferente que en una zona o localidad la votase a favor el dos o el noventa por ciento. La Constitución no es inmutable, pero una mente jurídicamente formada verá obvio que no es disponible para y por una parte de sus destinatarios, que ese cambio debe ser acordado por todos los ciudadanos que se rigen por la misma, individuos que en su mayor parte no la votaron porque han alcanzado mayoría de edad o han nacido durante la vigencia de la misma. Pero en cualquier caso, la Constitución es la norma jurídica vértice de todo el ordenamiento jurídico, el cual debe ajustarse a la misma, como norma suprema.

Con tales premisas, puro derecho constitucional incluido el comparado, no existe razón alguna para hablar ni de pueblo catalán, manchego o madrileño; sólo existe el pueblo español que surge de dicha Constitución. El razonamiento por el cual puede parcelarse a placer del usuario la totalidad del pueblo español es válido para que cualquiera en cualquier momento pueda considerarse por encima, o aparte, de la globalidad de los ciudadanos, y por tanto pueda adoptar las decisiones que mejor le parezcan. En otro nivel, es el mismo razonamiento del psicópata para no sentirse concernido por los actos y consecuencias dañosas que provoca. Nadie duraría de que ese tipo es un antisocial y un peligro para el resto de la sociedad, y que pueda haber en la sociedad un grupo más o menos numeroso de psicópatas no les habilita para considerarse ajenos a las normas del ordenamiento jurídico, no cargar con las consecuencias de sus actos, ni librarse de ser reprendidos por el sistema penal.

La consecuencia es sencilla, no cabe referendum ni consulta alguna sobre la independencia entre los ciudadanos españoles que están censados en las circunscripciones electorales de Cataluña. Al respecto no es trasladable ni asimilable el caso escocés, y no cuesta mucho estudiarlo para que se aprecie porque el título de Reina de Escocia de Isabel II no es una simpleza jurídica, ya que es la heredera del trono escocés existente desde época medieval, pero estoy abierto a discutirlo.

El resto me parecen argumentos excluyentes de tintes ideológicos totalitarios que buscan adhesiones inquebrantables. En tal sentido estoy cansado de decir que Cataluña es protoejemplo de los males que aquejan al estado español.

jueves, 22 de agosto de 2013

En transición

Estoy en transición. Es muy posible que deje este blog en manos de un amigo. Seguro que él sabe hacerlo mejor que yo, aunque por el tiempo libre que dispone me extrañaría que lo atienda con la diligencia semanal que hemos hablado, pero él sigue creyendo en la responsabilidad de mis/suyos/nuestros ciudadanos/as, y yo no.

Por mi parte estoy dudando entre cometer suicidio, volatilizarme o afiliarme al PPSOE para, desde un cómodo escaño de concejal por lo menos, carcajearme de la situación actual y de lo cómodos que están los que mandan. Ya veré lo que hago al final, pero prometo hacer fluir la información.
Cuánta pena.

jueves, 26 de enero de 2012

De fábula (o segunda parte de "cómo hemos llegado a ésto")

...

Que duda cabe de que los profesionales escriben muchísimo mejor que un bloguero cualquiera. Y sobre la sentencia del asunto de los trajes, escribe José  Antonio Hernández en "El País", bajo el enternecedor título "Un tribunal profesional no habría absuelto a Camps":


Quien les escribe ha debido equivocarse de sala y asistir a otro juicio con un reo parecido a Camps pero que no debía ser Camps. Pero les aseguro que allí se hablaba de trajes de Milano y Forever Young y se oían grabaciones de un señor que ya no tenía bigote pero que le llamaban El Bigotes. Y que había una pantalla de televisión situada a la izquierda del juez Climent (a lo mejor era su doble) en la que aparecían documentos con importes de dinero de trajes vinculados con los apellidos Camps y Costa. Y hasta talones con cifras coincidentes de los abonos de esas prendas pagadas por una red que se llamaba Gürtel. ¡Apañado estoy como se entere mi director que me he equivocado de juicio!

Aunque, pensándolo bien, no descarto la posibilidad de que yo estuviera en la sala del juicio de Camps, la correcta, y el jurado popular se equivocara y se metiera en la del otro Camps. Esto es un lío. En la que yo he estado, que creo que era la auténtica, había un derroche de pruebas con explícitas grabaciones, clarificadores testimonios e irrefutables documentos incriminatorios. Pocas veces quien les escribe, que ha asistido y cubierto centenares de juicios, había observado la contundencia con que, día tras día, caían fulminados los alegatos de la defensa de Camps. Y cómo eran desenmascarados los sonrojantes ardides empleados por algunos proveedores de las prendas para tapar que quien pagó los trajes no fue Camps sino la red Gürtel. Muy inquietante lo del informático de Forever Young al que se le obligó a manipular la base de datos para que en los tiques de compras se transmutara el apellido Camps por el de Pérez (Alvarito/El Bigotes). Porque este juicio, a falta de un muerto, ha contado con un buen cancerbero de miseria propias y ajenas.

Se le ha preguntado al jurado (aseguran que algún guiño de simpatía salió desde sus asientos hacia el de los acusados al principio de la vista) si Camps recibió regalos, joyas, trajes, de El Bigotes y la red Gúrtel “en función de su cargo público”. Y el jurado ha dicho que no y le absuelve. Cabe deducir que regalos hubo (¡si es que hablamos del mismo juicio!) pero no por el cargo. O sea, el tarjetón navideño de Álvarito a Camps (inmortalizado en las grabaciones con un “Fíjate si te debo”, presidente) fue seguramente por amor al arte. Pues es vox pópuli en Valencia la altruista generosidad de Alvarito con los sin techo y los niños pobres. Sus obras de caridad han sembrado más de una lágrima navideña. Nada tienen que ver con los siete millones de euros que se llevo, a dedo (no por la cara), su empresa de la Administración de Camps. Aunque puede que fuera del otro Camps. Una cosa sí creo segura: un tribunal profesional no lo habría absuelto. Cabe recurso, y entonces sí será ante profesionales.


Creo que el periodista habrá estado en muchas salas de justicia, pero no en las suficientes para saber que si la justicia emana del pueblo, y el pueblo dice que no es culpable, la justicia debe hacer caso al pueblo. O quizás era al contrario. No debo enterarme de mucho, está claro. Será por eso que a la Infanta no le reciben declaración ni siquiera como testigo, y al consuerte en la fecha y hora que mejor le venga. Es que el pueblo es muy agradecido. Y si prescribe, mejor, no vamos a molestar ahora al espíritu de Prado y Colón de Carvajal.

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martes, 3 de enero de 2012

Feliz Año Nuevo, o cómo hemos llegado a ésto

Subtítulo: Con la nariz tapada


Tras las felicitaciones de rigor por el nuevo año, y hoy mas que nunca eso del rigor, me comentaba algún conocido que si llega a saber lo que iba a hacer Rajoy en el Gobierno, no hubiese ido a votar con la nariz tapada.

Me lo decía alguien que nunca votó a partido alguno de derecha, alguien que siempre osciló entre PSOE e IU, pero que esta vez creyó a pies juntillas que la solución económica pasaba por inyectar liquidez en los consumidores, y que sólo podría conseguirse con menos impuestos y aún con desdoro del estado social, por el que en todo caso habría que volver a luchar. Ya no le quedaba confianza en unos dirigentes socialistas que se habían especializado en la técnica del avestruz. No dice que se rindió, pero si que había que ser realista con el entorno que había tocado vivir, y que como demócrata que cree en la democracia le resultaría insoportable vivir en un país al que unos tiburones de las finanzas imponían los gobernantes, tal como en Grecia o Italia. Había visto cómo en Portugal el nuevo gobierno de derechas había recortado bruscamente los derechos económicos de los ciudadanos, pero quienes les votaron sabían que los nuevos gobernantes iban a actuar de tal modo, por lo que ninguna sorpresa podían alegar.

Aquí, en activa – mítines – y en pasiva – al no contestar a Rubalcaba en el debate televisado – Rajoy y su equipo afirmaron sin desmayo y orgullo que los impuestos no subirían, y es mas, incluso que bajarían porque esa fue la receta del mejor Aznar para salir de la crisis de los años 1993/96.

El que más y el que menos, ante la invocación del mito aznarista, dio por bueno que Rajoy no se atrevería a mentir, entendiendo por tal que donde dije digo, digo diego. Cuando a posteriori se revisasen las políticas económicas aplicadas, lo más probable es que la bajada no fuese tal, pero si todo iba saliendo bien nadie se acordaría de ello. Mas o menos como con Aznar.

Nadie quiso pensar que Aznar pudo realizar esas políticas porque liquidó el patrimonio del abuelo – el patrimonio del Estado –, que como tal había sido heredado de los anteriores gobiernos. Hoy nos dicen que los anteriores no dejaron nada en la caja ni en el cajón, siquiera el camafeo de la abuela que resulta que también fue requisado en almoneda: que si el sector público, que si las participaciones en sociedades estatales, estratégicas y no. Las comunicaciones, el correo, las eléctricas, el petróleo, en manos muy privadas, cuando no extranjeras.

Sin embargo, y es verdad, no parecía que en país tan católico el milagro de los panes y los peces fuese a tener fin. Ya no se trataba de un ministro educado cerca de los Chicago Boys, léase Solchaga, un futuro socialista en la cuna del liberalismo económico mas populista, aunque estudiase en el MIT. No se trataba de un ricachón de familia como Rato, que con las aguas de Solán y otros negocios, entre ellos los radiofónicos (la “Rueda Rato”). Se trataba de que si cualquiera podía ser Presidente del Gobierno, cualquiera podía ser Ministro de Economía, y porqué no, todo un potentado. Conserjes que adquirían fincas en Bolivia; poceros que tenían yate y jet; incluso condenados en firme en pleno auge social y político. Era la construcción la que permitía que en España cualquiera pudiera hacerse rico, como en los años ochenta, según frase célebre del ministro socialista citado mas arriba.

Pero de eso seguiré hablando en la siguiente entrada.


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viernes, 21 de octubre de 2011

Hoy, 21 de octubre de 2011

Con determinación y orgullo, hoy, quienes se han identificado como representantes de los/as ladrones/as, han comunicado a toda la sociedad que desde hoy no van a seguir apropiándose de los bienes de los ciudadanos. Han dedicado un recuerdo afectuosísimo al ciudadano que falleció en el asalto al chalé de la familia Tous, y a cuantos perdieron la vida practicando los actos propios de la actividad que no van a seguir haciendo. No se saben quiénes son dichos representantes porque estaban ocultos tras caretas de expresidentes de los EE.UU.

Los/as representantes de los/as homicidas, también enmascarados con un disfraz de “se lo que hicisteis el último verano” han afirmado que de hoy en adelante no van a quitar la vida a nadie mas, y han lamentado a los/as fallecidos/as por la legítima defensa ejercida por los destinatarios de sus actividades, fallidas en tales casos.

Llenos de emoción, violadores, agresores en general y de género, infractores de tráfico, y hasta los miembros de las fuerzas de seguridad que han ejercido algún tipo de corrupción, han manifestado que no volverán a hacerlo.

No se ha hecho referencia alguna a las víctimas de sus delitos: en la medida de lo posible deberían olvidarse tales hechos y asumir sus consecuencias para no quebrar la ilusión de esta nueva sociedad sin delitos ni delincuentes (y como efecto colateral, sin víctimas).

En los Juzgados los/as Jueces/as han celebrado mucho estas decisiones y están pendientes de que el Gobierno declare la prescripción de los delitos cometidos, y la amnistía de los condenados. Consta que en el Ministerio de Justicia se acaba de encargar a un prestigioso arquitecto de interiores el rediseño de los denominados Palacios de Justicia para dedicarlos a Centros Comerciales, si es que no lo son ya.

Por eso podemos decir que hemos ganado la paz.

martes, 18 de octubre de 2011

Ayer, en San Sebastián

Podemos seguir invocando el Estado de Derecho y que es mentira que haya habido una guerra. Podemos seguir engañándonos. La guerra declarada unilateralmente por un grupúsculo de hijos de la burguesía nacionalista vasca contra el Estado Español la han ganado. Despertaron simpatías dentro y fuera, se dejaron usar por los tontos útiles, consiguieron el apoyo de la Iglesia del País Vasco, y hasta se les amnistió. Hoy podemos llamar como queramos a quienen ayer estuvieron en San Sebastián, pero lo que han hecho es legitimar a los independentistas vascos, sino a cuento de qué la referencia a Francia (sirva como simple ejemplo). Me duele que el botín que han conseguido haya sido la dignidad del pueblo español, primero secuestrada, luego puesta precio y al final asesinada. Mientras tanto las víctimas directas que enumeras han sido simples ejercicios de distracción y de postrera pérdida de memoria. Es doloroso que siendo justa la reivindicación de la Memoria Histórica de la Guerra Civil, sea tan injusto el olvido de todos y todas cada uno y una de los asesinados y asesinadas por ETA. Y que todo ello haya ocurrido bajo un mismo Gobierno que se proclama de izquierdas y de reconciliación hace aún mas inconcebible el disparate en el que hemos terminado. Porque no se trata de negociar o no negociar, sino de pura y simple indignidad.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Sobre los "recortes" de Cospedal


He leído por ahí varios comentarios al respecto, y para comenzar a recortar podría empezar por los sueldos, otros salarios, beneficios, comisiones, mordidas, sinecuras, prebendas y caprichitos de las señorías autonómicas de Castilla-La Mancha.

Eso me lleva a pensar en la reforma constitucional. Ya me gustaría saber cómo piensan aplican los ingresos y gastos a las diversas partidas presupuestarias. No estaría mal que, ya puestos a reformar la Constitución, se señalasen las partidas intocables, pero me da que no.

Y es que "la moderación salarial no sólo es cosa de los currantes" (se ofrece como eslogan, que no es propio, lo he leído por ahí).